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En el tratamiento de aguas, como en cualquier otra cosa:

Un sistema funciona bien si está bien concebido hasta el mínimo detalle. 

Es lo mismo que decir que muchas veces, en conjuntos bien ideados, se presentan problemas por fallos en pequeños componentes. 

Esto que es evidente no significa más que hay que tener experiencia en todo lo necesario.

Tiene que estar bien el sistema y su proceso, así como el conjunto y todos los componentes que lo forman.

Para tener experiencia sólo se necesita mucho tiempo trabajando y haciendo muchas cosas diferentes. 

Fijarse en todos los detalles que se presentan a lo largo de muchos años y entenderlos supone además poder deducir aquello nuevo, buscar más fácilmente la información necesaria para solucionar un nuevo reto. 

Disponiendo de esa experiencia, curiosidad técnica y capacidad de observación, se pueden poner todos esos conocimientos a su servicio. 

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